Por ello, las chimeneas abiertas (sin puerta sellante) no solo deben estar situadas en habitaciones grandes o ventiladas, sino que deben tener las conducciones totalmente libres de hollín y cualquier otro resto. Las obstrucciones provocan un revoque del humo, lo que resulta un problema grave, especialmente cuando las personas habitan estancias con mala ventilación.
Las chimeneas con puerta igualmente deben poseer un correcto tiro, pues el humo encontraría y resquicio por donde salir, o provocaría una acumulación en el interior de la chimenea, que acabaría por apagarla. Los equipos de deshollinadores especializados le proponen reparación de chimeneas. Los tubos deben estar totalmente despejados de restos, aunque no solo se trata de restos de hollín o carbón.
Si la localización de las obstrucciones es complicada, se puede utilizar instrumental como cámaras de TV para visión interior. Gracias a este instrumental de detección, se localizan rápidamente las posibles obstrucciones por cascotes, restos de basura, hojas, nidos de pájaros... Los operarios realizarán las limpiezas oportunas para dejar la conducción absolutamente despejada, lista para extraer el aire de cualquier tipo de chimenea. Para asegurarse resultados, siempre cuente en estos trabajos con deshollinadores profesionales.
